El grupo holandés de Recursos Humanos Randstad ha elaborado un estudio con el que pretende informar a los candidatos acerca de cómo no deben comportarse durante una entrevista de trabajo. Entre otras recomendaciones destaca que el uso de palabras vulgares y mostrar una postura negativa son algunas de las actitudes no recomendables a la hora de realizar una de estas citas laborales.
Así, los expertos explican que tiene que primar un enfoque positivo en estos ‘cara a cara’ en los que el aspirante debe expresar «todo lo bueno que puede aportar» al mismo tiempo que muestra un lenguaje cuidado. Los responsables de selección estiman que es igual de importante cumplir con una serie de actitudes positivas, como ser puntual con la cita, conocer las características de la empresa o preparar los argumentos.
Otra de las claves para el éxito se encuentra en evitar cualquier crítica a las empresas anteriores o compañeros, pues, a nivel psicológico, puede ser considerada como una señal de que el candidato es una persona conflictiva. Algo parecido ocurre con mostrar nerviosismo, ya que, además de inseguridad, denota «falta de madurez para el puesto al que se aspira», afirman.
Interrumpir, hablar más de la cuenta, evitar preguntas y mentir también se unen a la lista de actitudes corregibles. En concreto, parar constantemente el transcurso del cuestionario puede indicar impaciencia e incapacidad para escuchar. Además de las características asociadas al lenguaje verbal, los expertos se centran en la imagen que puede proyectar el lenguaje corporal, muy importante para conseguir transmitir confianza y seriedad.
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