- Haz un buen curriculum. Sigue nuestras recomendaciones para conseguir el curriculum perfecto. ¡Recuerda que es tu tarjeta de presentación ante las empresas!
- Adaptar el curriculum a cada oferta de trabajo. No pienses mal: no se trata de inventarte experiencias laborales para impresionar a la organización en la que deseas trabajar, sino subrayar la formación, los trabajos y las responsabilidades que tengan relación con la vacante a la que optas.
- Infórmate de las empresas a las que envías tu curriculum. En su web, en los medios de comunicación... Demuestra en tu carta de presentación que conoces bien la compañía y explica por qué quieres incorporarte a ella. Eso te dará puntos ante los reclutadores.
- Ante todo, perseverancia. No basta con revisar los portales de empleo una vez por semana, pulsar el botón para inscribirte en las ofertas que te interesen y esperar: ¡sé activo/a! Si ves que no recibes respuesta de las empresas a las que has enviado tu candidatura, contacta con ellos para interesarte por el proceso de selección; deja el curriculum en mano en las empresas, acude a seminarios y conferencias relacionadas con el sector en el que quieras trabajar… ¡Todo vale!
- Cuidado con las redes sociales. Cuando busques trabajo, asegúrate de que no haya en Internet ninguna imagen o fotografía (ya sea en tus perfiles sociales o en los de tus amigos) que pueda perjudicarte. Ahora más que nunca, ¡mima tu reputación online!
- Presta atención a tu aspecto físico. Aunque no hace falta que te obsesiones con tu apariencia, cuida tu vestuario y tu expresión. Estos detalles dicen mucho de ti en las entrevistas de trabajo.
- Prepárate las entrevistas de trabajo. Busca información acerca de la empresa en la que quieres trabajar. ¡Que no te vean dudar en ninguna respuesta!
- Aprende a venderte. Recuerda que, a la hora de buscar empleo, eres un producto más. Identifica tus puntos fuertes y transmítelo con argumentos que resulten convincentes y atractivos.
- Trabaja las competencias clave. Habilidades directivas y para trabajar en equipo, dotes de comunicación, empatía, inteligencia emocional, asertividad… Haz lo posible por potenciar estas cualidades. ¡Las vas a necesitar!
- No descuides tu formación. No por ser el último es el factor menos relevante, al contrario: analiza qué conocimientos necesitas para desarrollar correctamente tu trabajo y elige los cursos que te permita conseguirlos.